A tan tremenda ordenanza, Jesús añadió palabras reconfortantes (¡que tan necesarias eran!). Así, “Me ha sido dada oportuna autoridad tanto en el cielo como en la tierra”. Jesús gobierna por encima del mundo de los espíritus, triunfando igualmente sobre los demonios, derrotando a los falsos dioses de las naciones al anular su poder, impulsando así, a los discípulos, a que salieran al mundo confiadamente. Saben, por tanto, que, en su proclamación del Evangelio, Jesús tiene el
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